1. Asegúrate de entender la diferencia entre crear tu propio contenido y crear para clientes externos.

Al crear tu propio contenido eres libre de plasmar en él todo aquello que quieras expresar o que ponga en claro tus puntos de vista y tu personalidad. Este proceso es evidente en el mundo artístico, en donde los procesos se hacen de manera endógena, partiendo del interior del autor y movilizándose hacia el exterior. Esto le da un carácter muy subjetivo al contenido, en donde claramente no se puede catalogar entre bueno o malo, ya que simplemente es el resultado de una manifestación interna del creador. Por el contrario, cuando generas contenido o productos para compañías y externos, debes asumir una posición neutral y adoptar su filosofíapara desarrollar un contenido que sea afín a sus objetivos.

En el caso del diseño industrial, partimos de las necesidades de las personas y las fusionamos con los objetivos de nuestros clientes, para desarrollar soluciones centradas en los usuarios y expresadas en el lenguaje de la compañía desarrolladora.

2. Se consciente del impacto de tu trabajo.

Es importante entender cual es el impacto que puede generar nuestro trabajo en el performance de nuestros clientes. En un estudio publicado en 2018 por la consultora McKiensy & Company en su magazine McKinsey Quarterly llamado “The Business Value of Design” evidencian que las compañías con mejores practicas de diseño incrementan sus ganancias y dividendos casi al doble de la taza de sus competidores.

Best design performers increase their revenues and shareholder returns at nearly twice the industry rate.

El impacto financiero es solo alguno de muchos factores que pueden ser medibles. Ejemplo de ello puede ser el impacto ambiental, social y cultural.

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